Ir al contenido principal

Entradas

Perdida de la ilusión

Me preparo para recibir a una consultante. No tengo una rutina establecida, más que poner la pava al fuego y llenar el mate. Siempre hay algún pensamiento dándome vueltas, sobre mí vida, mí presente que aún no llega a ser mi futuro, algún resabio vergonzoso del pasado; como sea, son los últimos minutos que me dedico antes de entregarme a escuchar otras historias de las cuales no fui ni seré parte, pero que logran sin excepción conmoverme y espejarme por unas horas. Suena el timbre y todos mis pensamientos desaparecen con él. Abro la puerta: Lo primero que observo es si me mira a los ojos, si quiere encontrar mi mirada o si prefiere hacer foco en el piso. Es instantáneo, me mire o no ya puedo escuchar sus historias. Me es inevitable porque el cuerpo no sabe hacer silencio. Le digo que me acompañe a subir la escalera, mientras agarro el termo y el mate. Hasta ahora, sólo una persona prefirió que tomáramos té, y hoy no estamos hablando de ella. Una vez en el cuarto de arriba, la invito a
Entradas recientes

Defensa y resistencia

Observo, tanto en mí como en quien me consulta, una resistencia insistente a percibir el cuerpo. No es por terquedad o desconocimiento, en realidad creo que sabemos tanto qué sucede cuando escuchamos el síntoma que justamente nos resistimos a experimentarlo. La incomodidad no deja de existir sólo porque dejamos de escucharla, si no que sucede todo lo contrario: se hace más grande. La razón, a mi parecer, es el intento del síntoma por ser atendido. No hay maldad, no hay objetivos ocultos: el cuerpo exige su necesidad de la manera que puede. Quisiera compartirles una reflexión propia, para hacer visible una posición habitual de defensa: "Bajo de la proyección y voy a las sensaciones de mi cuerpo. Mis hombros  están  levantados, mi espalda alta se arquea prominente, voy aprendiendo algo de esta postura: tengo miedo y quiero defenderme. Ya no me interesa de qué me quiero defender, si no qué estoy defendiendo: mi corazón. Mis hombros hacia adelante y mi espalda arqueada quieren arm

Bienvenidx

Hay un propósito: devolverle al cuerpo lo que le han arrebatado. Y el cuerpo lo sabe. De tanta intriga debe existir una palabra que remedie, pero esa no es la última instancia del proceso. La comprensión se da en el temblor corporal cuando se alinea pasado y presente. Eso hago, como única posibilidad en este mundo: conectar lo sucedido con lo sucediendo. Donde habla el síntoma, poner el cuerpo. Quisiera mostrarte qué está sucediendo entre paredes de contención, donde todo está permitido porque hay un propósito: recuperar el presente. Estoy hablando de sesiones terapéuticas con personas de este mundo, como vos y yo. Mostrarte que no estas solx en tus procesos. Este espacio nace para ser investigación personal y colectiva, con la intención de conectar vivencias en común que nos atraviesan como humanidad. En cada sesión me encuentro con palabras repetidas, posiciones corporales bien marcadas, incapacidades compartidas, y muchas ganas de resolver no lo que no se entiende. No te